
Hace aproximadamente un año, se estrenó esta obra. Una obra especialmente importante para mí, porque desde un inicio he visto como fué creciendo, desde los sentimientos que sus dramaturgos (Pablo y Gloria) fueron experimentando, luego los primeros esbozos de escenas, y más adelante, esa búsqueda en el cuerpo y en el espacio para poder contar de manera efectiva y potente, las vivencias de dos hermanos que prácticamente viven sus vidas en la incertidumbre de la existencia del otro y en el deseo consciente e inconsciente de volver a estar juntos.

En cuanto a la fotografía del espectáculo, me paraba en ese momento ante un espacio sumamente sencillo, con un dispositivo escénico cautivante, no por su complejidad, sino por su presencia, desde los colores y trazos, hasta su figura tan geométrica, interactuando con la no linealidad de los cuerpos de los actores, en un juego de luz y contraluz, y de planos: arriba, debajo, fuera de él.

El desafío era transmitir con la imagen, los sentimientos y el poder dramático de la obra. La tensión, la desesperación, el amor, el miedo, la ausencia y la presencia, la esperanza. Sin lugar a dudas serían cosas muy difíciles de captar, pero en eso me ayudaron los actores, que en ese «hacer» de ponerse dentro del personaje, han sabido usar el cuerpo, la voz, los gestos, para llegar a persuadirnos de olvidarnos de ellos y de poder encontrar a Chani y a Anahí, en ese universo de presente y pasado, que se resumen en el relato.

Las luces puntuales sobre el negro abisal de las cuatro paredes, la neutralidad del vestuario, los colores aportados por el dispositivo escénico, le confieren a la fotografía de este espectáculo, el espacio ideal para un relato que cala hondo y que sin lugar a dudas nos hace conectar con la propia existencia, porque en mayor o menor medida, la distancia con lo que amamos, la ausencia, siempre son sentimientos muy humanos con los que pdemos identificarnos en distintos momentos de nuestras vidas.

Anahí y Chani nos regalan su historia, y nos indagan, nos invitan a la restrospectiva de nuestras elecciones, a lo que diariamente nos lleva a elegir estar cerca de lo que amamos y a agradecer siempre las «presencias».

La obra estuvo en cartelera en los meses de marzo, mayo y septiembre de 2019 en el «Teatro de la Manzana» en Rosario, Santa Fe y está pensado traerla a nuestra ciudad, Santa Fe, en el 2020 en la segunda mitad del año. Desde ya, una gran recomendación de mi parte para que se acerquen y la disfruten.
Les dejo algunas fotos más del espectáculo y el deseo de que en estos días en los que el COVID-19 nos lleva a estar «aislados» para cuidarnos mejor, podamos sentir la cercanía más que nunca, de aquellos seres amados, que no podemos ver ni abrazar, pero que sin lugar a dudas siempre están cerca de nosotros y nos sostienen con su amor.
Director: Pablo Tibalt – https://www.instagram.com/tibaltbarneaud/
Actores: Pablo Tibalt – https://www.instagram.com/tibaltbarneaud/
Gloria Piñero – https://www.instagram.com/gloriapinero_/
Asistentes: Pablo Pizzarro – https://www.facebook.com/pablo.pizarro.3110
Carina Ojeda – https://www.facebook.com/carina.ojeda.7
Artista escénico: Federico Toobe – https://www.facebook.com/fedetoobe
Vestuario: Ignacio Estigarribia – https://www.facebook.com/prirlinsky
Gerardo Casas – https://www.facebook.com/gerardo.casas.982
Gracias querido Leo!!! por tu bello trabajo artístico, por tus palabras tan sentidas, por tu descripción minuciosa de lo que significa Vas a Estar Aquí para nosotros y para mucha gente que pudo disfrutar de la obra. Mi enorme deseo es ‘estar allí’ en Santa Fe cuando este mal sueño del Covid-19 -que también nos invita o mejor, nos conmina a reflexionar sobre nuestra existencia y el modo de comportarnos- nos permita poner el cuerpo de Chany y Anahí en la escena santafesina. Gracias, Gracias!!!