«Nenúfares, un espectáculo puto» es una obra que he vivido de manera muy especial, ya que no solamente he tenido la oportunidad de fotografiar el espectáculo, sino también la oportunidad de formar parte de la «familia» de los actores que en ella «jugaban», he vivido cada instancia como una experiencia de unión y de interpretación de esta genial y disparatada obra, compartiendo ensayos, mates, pasadas, charlas, amistad, viajes, premios y ese inmenso y creativo mundo del teatro en todas sus expresiones.
Nenúfares en la superficie parece ser una obra muy alocada y divertida, de hecho lo es, pero Nenúfares es mucho más que eso, como los nenúfares reales, su esencia está en el fondo, debajo del agua. Un fondo que se las trae con todo, que interpela la esencia de quienes somos, más allá de lo que mostramos.
Nenúrares, nos muestra lo que ya sabemos muchos por experiencia, que la vida familiar y los vínculos de sangre o no, que nos unen con nuestros seres queridos, son vinculos tan fuertes y a la vez tan inexplicables, y que perduran a lo largo de toda nuestra historia, nuestro pasado, nuestro futuro y sobre todo en nuestro ahora, y que muchas veces nos mueven a sacrificios, búsquedas, abismos y un sinfín de sentimientos.
Les comparto ahora algunas capturas de esta obra tan gigante.