el Camerino

Siempre me gustó mucho la palabra «camerino», que creo que es la versión italiana de «camarín».

El «camerino» es ese lugar mágico, en donde una obra de teatro digamos que llega a su punto justo, porque es obvio que una obra incluye tantos ingredientes anteriores a este espacio, en el que se condensa toda la energía de un estreno o de una función.

Desde la idea, el guión, el casting, los primeros ensayos, la búsqueda y el juego del teatro, los cuerpos y las voces, las luces.. el público.

El camerino es ese lugar al que podemos acceder los fotógrafos, como invitados especiales, o como afectos cercanos, a espiar, a impregnarnos de ese condimento que lleva a interpretar la obra con un poco más de ventaja que la de los espectadores, sentados en su silla. Acceder al camerino es acceder al universo de sentimientos que suceden en él. Las ansiedades, las risas, las complicidades entre los actores. El brillo y la fantasía.

Es ese último paso para poder saltar.

Agradezco a todos los actores que me permitieron formar parte de este lugar tan especial, en un momento tan especial, en el «antes de» escena.

Tengo muchas fotos de estos instantes. Les comparto esta vez, una foto de el camerino del teatro municipal, en el estreno de «Ürda y el brutopez»el día 9 de junio pasado, con mis amigos Lucas Ruscitti y Federico Toobe. Gracias por confiar en mí!

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