Si de darse los gustos se trata… creo que voy por el buen camino 🙂
Y aunque el título de esta nueva entrada sugiera que la idea es comerse todo, no me refiero a eso, aunque quizás por un momento no sabría decidir cuál de todos los gustos me pueden más.
Es que haciendo fotos, uno a veces se tienta.. y se le hace agua la boca, cuando tiene delante de sí, estos alimentos que nos dejan atónitos. Mirándolos, en todas sus texturas y colores, en la perfección de su elaboración, en los aromas increíbles que el olfato te deja experimentar. La verdad es que es un placer o una tortura.. no me termino de decidir jaja
La fotografía de objetos siempre tiene posibilidades infinitas, porque con ella podemos contar un montón de cosas, podemos transportar al espectador a otro lugar, a una situación, a un sentimiento. El clima que podemos crear con la luz y los objetos dispuestos de tal o cual manera, puede generar muchas cosas en quien observa la fotografía.
Siempre es una fotografía buscada, y cuidada, todo se dá para que uno la piense, y tenga el tiempo para lograr lo que necesita lograr, con paciencia. Cada click.. nos lleva a donde queremos y necesitamos aprender a llegar.
Hace un tiempo, en una charla informal con una amiga que tiene un negocio de comidas muy creativo y profesional de Santa Fe, nos hicimos un espacio para pensarnos trabajando juntos en esto de generar con la ayuda de la fotografía, una vinculación nueva de los clientes con la empresa y con sus productos, tan bien elogiados siempre a lo largo de todo este tiempo de trabajo en la localidad y en sus alrededores.
Agradezco a mi amiga por confiar en esta búsqueda. Siempre es un desafío que abre mi cabeza y pone a trabajar mi creatividad, eso siempre es bueno y llena de aire puro.